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lunes, 16 de marzo de 2015

Madre

Mi madre era eterna como la luna.
Viva o muerta, la madre o la ausencia de la madre siempre determinan la vida de una persona.
Alice Sebold



Joaquín Sorolla

MADRE
 
 Corta la madre el cordón umbilical
más no renuncia al vínculo.
Te empuja a la otredad
pero desesperadamente bebe en tu vida
pues en ella
terrible
y mutilada
su entraña
aún palpita.
¡Qué deuda irreparable la del hijo!

Y sin embargo, a veces, al pasar
la página del libro de los días,
se rasga, fiera, el vientre,
y te envuelve una vez más en su carne
para que no te pierdas,
para que no te mueras
solo,
como un náufrago abandonado al pánico
en el inmenso océano.

Clara Janés
 
 Cris Pereby

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   Recibir sin orgullo, desprenderse sin apego.
Marco Aurelio

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Doris Althaus

www.d-keramik.ch/ 


El desierto es mi madre

Le digo, dame de comer.
Me sirve rojas tunas en nopal espinoso.

Le digo, juguetea conmigo.
Me salpica la cara con gotitas de lluvia en día asoleado.

Le digo, asústame.
Me grita con truenos y me tira relámpagos.

Le digo, abrázame.
Me susurra, “Acuéstate aquí”.

Le digo, cúrame.
Me da manzanilla, orégano y yerbabuena.

Le digo, acaríciame.
Me roza la cara con su cálido aliento.

Le digo, hazme bella.
Me ofrece turquesa para mis dedos,

    una flor rosada para mi cabello.

Le digo, cántame.
Me arrulla con sus canciones de viento.

Le digo, enséñame.
Y florece en el brillo del sol,

    en el silencio de la nieve,

    en las arenas más secas.

El desierto es mi madre.
El desierto es mi madre.

El desierto es mi madre poderosa.

Pat Mora (El Paso, Texas, EE.UU, 1942)

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 Little Brother
Anna Ancher (1859 – 1935) Danish.
 
 
Te busco a oscuras
en el dolor de mis huesos
en la dicotomía de mi misma
pero no te hallo
pero no me hallo
te has ido a donde se van todos
a esa zona de silencio empecinado
a donde se teje el llanto,
se borda a mano,
madre,
sin fuga en esta sinfonía impía
sin ti
sin miedo a nada
en este vacío que nadie entiende
ni yo.

María Icónica
 
 

Doris Althaus


Los soldados lloran de noche (fragmento)

Últimamente mamá no domina el temblor de sus labios. Me horroriza
 su boca seca, debajo del color del rouge, se cuentan los surcos
alrededor de sus ojos, y, sin embargo, es hermosa, finge tener la
 boca más pequeña, casi en forma de corazón. Me parece feo.
 Prefiero su boca sin pintar en la playa, parece otra mujer. Cuando
 queda olvidada en la arena, quizá sin pensar en nada, con los ojos
 cerrados, debajo del sol. No es que entonces parezca más joven,
 pero en su cuerpo tendido, cansado, hay una dulzura que
 la abandona en cuanto se levanta, se viste, se pinta.
A veces, la alegría la envejece.

Ana María Matute
 
 
Mamá era un mundo en sí misma.
Kyung-sook Shin




 “Untitled (Train and Tunnels)”
Martín Ramírez
 
 El amor de madre es un sentimiento universal que no entiende de culturas.
Kyung-sook Shin

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Mark Duffin, Musetouch.

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“Nuestras virtudes y nuestros defectos son inseparables, como la fuerza y la materia.
 Cuando se separan, el hombre no existe.”
Nikola Tesla
Físico croata (1856-1943)


¿Me permites, madre, como ayer, ay, en casa, la discreta, dolorosa rima alemana?
Paul Celan.



Doris Althaus

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"Umbrales del naufragio"
Supervivencia

Sobrevivir al frío;
sobrellevarlo, entibiar rincones
entumecidos con el recuerdo de tarde
al fin entregada al sol, cuando
alguien trae una infancia de la mano
que regresa
cuando todos se han ido.

Arturo Borra
La gente se muere dondequiera.
 Los problemas humanos son iguales en todas partes.
Juan Rulfo

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Pia  Erlansson


A una madre se la quiere
siempre con igual cariño
y a cualquier edad se es niño
cuando una madre se muere.

José María Pemán
 (1898-1981) 

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Ruff Final.
Beatriz Martín Vidal.

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La vida de los muertos perdura en la memoria de los vivos.
Cicerón (106 AC-43 AC) 


http://beatrizmartinvidal.com/
 
 
 
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Ingrid Tussell.
 
 
 
Canta, madre, la melodía primera, esa que nos ata.
María Icónica



Beatriz Martín Vidal

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María Icónica
 
A  Alia
mi hija

Algún día, criatura encantadora,
para ti seré sólo un recuerdo,

perdido allá, en tus ojos azules,
en la lejanía de tu memoria.

Olvidarás mi perfil aguileño,
y mi frente entre nubes de humo,

y mi eterna risa que a todos engaña,
y una centena de anillos de plata

en mi mano; el altillo-camarote,
mis papeles en divino desorden,

por la desgracia alzados, en el año terrible;
tú eras pequeña y yo era joven.

Marina Ivanovna Tsvetaeva
Versión de Natalia Litvinova

 

 
 

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